10 mar 2011

Televisión a la mexicana (I)

Yo, como Gaucho Marx, encontraba la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la encendía, me retiraba a otra habitación y leía un libro. Solía ser un sujeto que cansado de ver Televisa o Tv Azteca recomendaba a mis conocidos tirar por la ventana al aparatito ese. En el mejor de los casos, usarlo como mesa de centro.
   No obstante, la televisión, pese a lo jodida que es en nuestro país, cumple una función: Entretener. Y, visto de otro modo, educar. Pero ¡ojo!, no de la manera directa; no podemos aprender a hablar como el “Vitor”, ni aprender a decir “te amo” como “Los Sánchez”. Tampoco podemos aprender a cocinar con los tips de “Venga la alegría” y menos aún, a luchar por nuestros derechos como la “señorita Laura” o “Niurka”.
   El maestro Gregorio Cervantes me comentaba, palabras más, palabras menos, que más bien se trataba de analizar los programas, sus contenidos y la respuesta de la población a ellos. Así pues, con una nueva óptica, me dispuse a ver los “premios Tv y Novelas” el sábado pasado y sorpresa que me llevé.

   En medio de porras y música, fueron entregados los premios que Televisa da a sus producciones; novelas, actrices y actores lucieron sus mejores trapos para recibir, supuestamente del público, el galardón que los convertiría en lo mejor de el año. Al final, cuando se entregó el premio al “mejor actor”, la gente, en su mayoría mujeres, reaccionó mal cuando el ganador resultó Fernando Colunga y no, Sebastián Rulli.
   Quienes estudiamos teatro, (sí, es verdad, estudié con Antonio Romero, alias “El Cuervo”, que ahora anda en la BUAP) no pasamos por alto estos eventos para hacer críticas destructivas a quienes salen en televisión y se hacen llamar actores y en este caso, si bien Colunga apenas puede armar oraciones largas y moverse con cierta soltura, el tal Rully es un verdadero idiota que por ser bonito se dice actor.

   ¿Y a dónde voy con esto? Pues bien. Al analizar lo anterior con mi nueva óptica, me di cuenta que algo parecido pasa con la gente, en su mayoría mujeres, en relación a Peña Nieto. ¿Sabemos en verdad si el tipo sabe gobernar? No, pero sabemos que se ve re-chulo de trajecito y peinado de “Jimmy Neutron” y que junto con la “Gaviota” se verían divinos saludándonos desde el balcón presidencial.

      Esto es, ¿qué lo que ahora necesitan las mexicanas es que se las chinguen un par de niños guapos y no los feos de siempre? Si la reacción es como la de los premios aquellos, la respuesta es Sí.

Ahora bien. Si por accidente Peña Nieto se raja la cara a la hora de rasurarse y queda igual o peor que el fantasma de la ópera ¿tendría el mismo pegue con la gente? ¿Y si Vásquez Mota se da una restiradita, se hace la “lipo” y se pone bubis nuevas, alcanzaría los niveles de popularidad del primero?
En fin, que como siempre somos nosotros mismos quienes escupimos para arriba, nos ensuciamos, y luego culpamos al de junto por dejarnos actuar…


**Un pecadillo. Ya entrado en detalles, me aventé, “Tv de Noche” y me percaté que no sólo los hijos le salieron guapos al señor Andrés García. Su hija, Andrea, ¡es un verdadero bombón!