22 nov 2009

Suzi, mi Suzi


1

Si tú que me lees, si un día (o una noche) un ángel (o un demonio) se metiera en tu cama, donde velas solitario en la mayor soledad, para decirte “Esta vida que has vivido y que vives todavía y que tendrás que vivir –una vez más y para siempre–, todo en la misma sucesión y en la misma secuencia, y esta verja y esta araña y su tela que teje y desteje y esta luna brillando entre las palmeras y este momento y yo mismo, y si el eterno reloj de arena de la vida fuera volteado una y otra vez, y tú dentro, grano de arena en el reloj del eterno retorno”. Si esta idea, que no es mía, que es de Nietzsche, se posesionara de ti, de tu alma, te cambiaría o tal vez te aplastaría como lo hace conmigo cada tercer día que la recuerdo.

Sin embargo, la pregunta que hacen los filósofos, la pregunta del millón, sería: “¿Querrías que ocurriera una vez más y además innumerables veces?”. ¿Anhelarías algo con semejante fervor como anhelas esta última confirmación de la eternidad? ¿Ah verdad?

Y así fue que el sábado por la noche a la calle salí de mi casa y angustiado que estaba, descabezado que soy, paranoico que soy, me dejé llevar por la histeria. Agarré un taxi en la esquina…

–¿Adónde? –preguntó el chofer.

No le oí y volvió a preguntar:

–¿Adónde quiere ir?

–Al futuro –le dije.

–Estamos todavía en La Colosio.

¡Ah!, estos pinches choferes que lo saben todo, como hacer que las preguntas se vuelvan respuestas sin dejar de ser preguntas…

2

En el lugar no había nadie ni nada excepto por una mesa ocupada toda por varias cajas y en medio estaba, ¿sorpresa?, Suzi, más rubia que nunca, más bella que jamás. Me senté en un banquillo al fondo, donde la cocina es vecina. Miré a la mesa de las cajas y de vez en vez a donde una ventana que da a la calle, pero en realidad la miraba a ella, con su rostro esculpido, bien delineado, maquillado perfecto; fueron sus ojos lo primero que vi una vez que la tuve de frente, después el mini vestido amarillo y su estilizada silueta. Sin decir palabra vino hasta donde yo estaba y….

-¿Quieres venir?

–Si te parece –dijo y se encogió de hombros.

La misma Suzi de siempre: Indiferente pero nada diferente. Después de tanto tiempo me pareció normal. Total, el destino consiste en no tener destino…

–¿Adónde vamos? , preguntó coqueta.

–A completar el monstruo de dos espaldas que iniciamos una noche, una noche toda llena de murmullos y de música de nalgas.

–¿Qué es lo que dices loquito simpático?

–Lo que escribo…

3

Lentos corrían los coches de la noche y el verso, y el universo, que no era más que una maniobra para perder calor. Pero ¿para qué necesitaba andar con cuidado cuando podía moverme en el aire, tan embriagador como aquella noche? Llegados a una esquina oscura de la Costera, le eché a Suzi un brazo por la cintura y acaricie su espalda y ella no cambió de posición. Ni siquiera se movió. Mi Suzi está acostumbrada a mis manos, a mis roces; sabe que siempre la he querido y, por supuesto, se ha dejado querer a sabiendas de que pase lo que pase no la dejaré pese a estar con alguna otra.

-Te necesito, le dije, y de ella un destello en sus ojos mientras se dejaba montar y se ajustaban nuestros cuerpos y la tocaba, la tocaba donde más le gustaba, el botón correcto, y ella ronroneaba; y en la calle los ruidos del insomnio, ruidos de madrugada, de fornicar con ruido; no eran murmullos ni leves jadeos; eran aullidos, eran ruidos de amor. Mejor dicho eran sonidos de sexo mientras otros Ricardos y otras Suzies ululaban como brujas sobre potros; y recordé la esencia de ella: Animal celoso, posesivo, pasional; y recordé entonces la mía: Magnético, antisocial, el despotismo siempre frente a los extraños: “La vida vale menos que la muerte Baby” o “Libertad contra Felicidad”…

-Sólo tu entiendes, sólo tú me entiendes, sólo tú, sólo…-, y ella explotó tras el golpe de miles de palabras lanzadas a sus oídos; no soportó la presión del rojo del semáforo, no hay nadie inmune al vértigo, no hay nadie como mi Suzi y sus 750 de cilindrada; de cero a cien kilómetros en 2.6 segundos; y lanzados ambos sobre la avenida inmediatamente después del verde; Suzi y yo, yo y Suzi; nos retorcimos en cadencia idéntica, ambos sincrónicos en cada curva, zigzag, antes viuda que segundona, dijo luego de relinchar y de rugir …

4

Sí, aquella noche había oído el llamado de la máquina y acudí . Quería recordar lo que se sentía ser mirado, envidiado con una “jaca” como ella; adicto a la presunción después de todo; nunca en manada, sólo Suzi y yo dejando atrás el territorio del confort, del tedio del día a día, la nostalgia; quise devolverle la fuerza a mi corazón; escapar por un momento de lo que en verdad quería escapar, no de esta vida que he vivido y que vivo todavía y que tendré que vivir –una vez más y para siempre-, sino tomar distancia de este lastre llamado pasado; dicen que se puede abolir el pasado o, peor todavía, cambiarlo, pero no me interesa eliminar y mucho menos cambiar mi pasado, así que abrí el acelerador para sí, tomar la distancia del observador; para ver cómo se distorsionan con la velocidad las imágenes: Aquel cuerpo que ya no es mío, aquellas piernas firmes, esos labios que no saben besar o aquellos ojos que lo decían todo; aquellas frases sin terminar y aquella rosa en la puerta de una casa ahora convertida en ataúd; dejar rodar las lágrimas que sean necesarias pero dejarlas atrás, lejos, atrás, bien lejos sobre una calzada de palabras no dichas…

La vida entonces se agitó del otro lado del semáforo, el último, yo, detrás de un maneral inalcanzable, sobre las alas del demonio, y cuando se encendió el verde Suzi contoneó su cuerpo de doble viga y relinchó alzando las patas delanteras poniéndome en las nubes de un solo golpe dejando mi alma rezagada; Suzi quería que yo sonriera, y sonreí…


(Agradecimientos: A Óscar y a Xavier por la idea, pero principalmente a Guillermo; son suyas las palabras que hice mías aquella noche de sábado…)

26 oct 2009

FOTO-NOTA DEL RECUERDO


La actriz italiana Sofía Milos acompañada del escritor mexicano Oscar Ricardo Muñoz Cano


Cuando Ricardo la vio por primera vez supo que no era ni inmensamente buena ni tremendamente mala: Ojo claro, vestido entallado en una piel bronceada, piernas torneadas y una larga melena… Hecho el examen le pareció que estaba de lo mejor y que a final de cuentas era más buena que mala… Un par de frases en su versión de italiano bastaron para sacarle una sonrisa (en su vida había estudiado italiano) Qué mundo de mierda es este, pensó al sentarse vencido por la vergüenza junto a ella…

Nerviosa, Sofía no sabía si esa mirada era inmensamente buena o tremendamente mala; no tenía tiempo para exámenes: Todo el mundo sobre ella; había música, flashes, y gente brindando a su alrededor hablando en un idioma extraño. Todo le daba vueltas. Pensó: O esto podía terminar de lo peor o él era más bueno que malo… “O sei molto bella”, le escuchó decir. Alzó la mirada y sintió ganas de reir. Y se rió. ¿Cuántos hombres quisieran estar con este pedazo de mujer? Y este tipo así sin más viene, le dice ¡y se sienta con aires de Señor a su lado! "Che mondo è questo divino", murmuró…

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NOTA: Los recuerdos no deben durar mas de tres o cuatro días. Y con ellos, a la chingada las emociones encadenadas: Las miradas y los roces; los besos y las caricias; los “me gustas”, los “te deseo”. Todo, a la chingada… Bueno no todo, me quedo con la foto y con lo que pudo ser…

9 oct 2009

Autobiografía precoz


(El siguiente texto NO fue publicado en la revista Letras Libres de su edición de septiembre)

1

¿Escribir? La primera vez fue a finales de los 80 sobre la cama, una tarde, o noche. Fue un cuento redactado de principio a fin de una sola sentada. Estaba enamorado. Marcia, se llama. Ahora debe ser una doctora muy famosa. Casada, seguramente con hijos. Espero, muy feliz. Nunca me hizo caso. No tenía porqué.

Lo que sí, es que desde entonces y ahora, cuando escribo le busco dar certidumbre a mi vida; pretendo en cada línea hacer cosas que no me atrevo, que no puedo, que no debo, que no quiero.

Varios años después presenté ese primer texto a concurso. Gané. Para entonces Marcia era sólo el recuerdo del primer amor. Y nada más.

Dicen por ahí que el amor termina con la primera paja. Cuánta razón. Después de eso, la primera, no he podido escribir sobre las mujeres que me han robado el sueño...

Dejé la escritura por más de 10 años. Cuando la retomé, concursé de nuevo. Gané otra vez.

2

Por un tiempo fue digno de admiración ser sobreviviente y haberse formado por sí mismo, sin embargo en mis manos ya no quedan huellas de quien alguna vez fue plomero, albañil y electricista; tampoco mi cuerpo presenta alguna marca que diga que pasé muchas noches de pie atendiendo mesas en alguna fiesta, en algún banquete, en alguna recepción.

Recuerdo que era "cool" ser asiduo consumidor de alguna droga, pero ahora cualquier hijo de vecina se mete coca a la nariz, fuma piedra o trae en los bolsillos algún carrujo de mariguana. Drogarse por drogarse; matar el hambre, huir de la realidad; darle rienda suelta a tantos demonios que carga uno adentro y acabar con la ansiedad; ya no como antes que se dejaba que los placeres de la carne y el espíritu se magnificaran; ahora tener sensibilidad es un lujo que no nos podemos permitir porque nos dedicamos compulsivamente a tratar de amasar dinero y a joder al prójimo confiando a ciegas en un futuro mejor. Fue entonces, en esa época, que sentí terror al pensar que han existido personas cuya muerte las sorprende sin saber si recibieron algo a cambio de sus esfuerzos... Y pensé en mí.

Otra cosa. Marcia "again". Ocurre que para mediados de los 90 trabajé en su fiesta de graduación: Medicina, con honores. "Cruz Forjada" según me contaron. Ella por estrenarse en el mundo laboral y yo por estrenarme como papá.

3

Jimena dejó hace mucho de ser mi hija. Intentamos ser sólo amigos, eso sí, los mejores. Me di cuenta de que a la distancia... Ella estará bien. Ha tenido una infancia más interesante que la mía: Ha viajado a un sin fin de ciudades detrás de su mamá. Ha conocido... La envidio. Yo sólo he salido de Puebla más que de vacaciones. Y cuando me autoexilié en Acapulco. Bendita cosa.

Los recuerdos de mi infancia se dividen en dos: Antes y después del divorcio de mis padres. Agradezco ambos. Por un lado, la llegada de Jorge me abrió la puerta hacia la lectura. Sin él, no sabría qué hacer cada vez que rechazo el contacto humano (casi siempre). Por otro, descubrí que como padres pasamos varias etapas para con nuestros hijos: Héroes, villanos, amigos, guías. Al final, sólo humanos. Todos iguales.

Malucha se cuece aparte. Sólo diré que mientras ella se queja amargamente de haberme hecho tan independiente a mí como a mis hermanos (sí, tengo dos), yo agradezco infinitamente no haberme convertido en un "ñoño" de los de ahora que a los 30 años aún viven con sus papás y que su máxima preocupación es no tener dinero para pagar su Nextel a final de mes. Lo demás es entre ella y yo, nada más.

4

Mi autobiografía no puede estar completa sin mi pasión por el futbol. Por el Puebla de la Franja por supuesto. Dos son las anécdotas: Mi encuentro con Manolo Lapuente: "Estás muy chavo, vete a las juveniles a ver cómo te va". Y otra: Un gol mío llevó a la final a mi equipo de preparatoria en un torneo universitario.

En otra parte de este texto me gustaría decir que la vida es dudar, caer, arrepentirse, llorar, cansarse, reír, suspirar, levantarse... pero son emociones que sólo he sentido corriendo detrás de un balón. Y eso lo dejé de hacer hace ya mucho.

Por cierto, esa final no la jugué y mi equipo perdió... Lástima. Yo también perdí: No terminé la prepa...

5

Las lágrimas no necesitan explicación. Se explican solas. Sin embargo, cada vez que tengo un ataque depresivo tengo que sortear la misma pregunta estúpida: ¿Y porqué lloraste?

Y es que a falta de mundo un poco más apacible, más habitable, luminoso y acogedor, como cuando estaba en el vientre de Malucha, se me es insoportable que siempre haya alguien o algo dispuesto en aguar la fiesta y que se dedica a señalarme los matices de una realidad que, muchos, y me refiero a muchísimos, por el bien de su felicidad bovina (refiriéndome a borregos, bobos), prefieren ignorar.

¿Familias unidas?, ¿hijos obedientes y sin mácula? ¿(Pseudo)sexo sano, parco y terapéutico, sin mucha imaginación, con gemidos controlados para no despertar a los niños? ¿Aeróbics pélvicos para menopáusicas precoces y lisiados? ¿Actitudes nobles y solidarias? ¿Coches ecológicos modelo del año? Mucha mochez pendeja e hipócrita que no estoy dispuesto a veces a soportar y que con sólo el estribillo de alguna canción de Natalia Lafourcade me jode hasta las lágrimas como un asalto, no como una decisión.

6

Fadanelli suele decir que la literatura mexicana se compone de islas dispersas donde cada uno sigue la corriente que le place. Yo digo que más que seguir esa corriente, uno huye, rumbo a cualquier isla, de cosas que lo persiguen de por vida. Normalmente son recuerdos, de vez en vez remordimientos. Mínimamente, una pizca de felicidad.

Como él, con la certeza de que ya no puedo prescindir de mí mismo, aunque acabe arruinándome, matándote de tristeza y desamor, pudiendo estar haciendo cualquier otra cosa: En Puebla dirigiendo la sección cultural de un periódico, organizando fiestas (huy, si), abriendo bares o clausurándo(me)los, éste que escribe sabe perfectamente, porque lo decidió y porque no quiere, que no sirve para ninguna otra cosa que estar aislado en Acapulco, en su "tecueva" soportando un calor de la chingada y el olor a mierda del puerto. Lo demás, se resume en unas líneas leídas por ahí: "¡Carajo, maldita sea, esto es la vida!" Y ya que tomó la decisión -o más bien se resignó- a ser escritor hace varios años, le entró a la tarea con obcecación y sin entusiasmo, como un obrero de la conciencia maltrecha que escribiera libros de autosuperación pero al revés: De autosupuración...

7

Cuando cumplí 34, cuando los verbos beber, coger y leer, dominaban mis acciones, recordé una promesa, ahora estúpida, de cuando tenía 15 años. Prometí que haría lo que fuera para ser alguien en la vida; ser famoso, tener dinero y regresar por... Sí, por Marcia. A tantos años su recuerdo, a tantos, y aún no sé por dónde empezar a ser alguien en la vida... Qué caray... Pues seguiré escribiendo. Y seguiré escribiendo hasta ser alguien, el alguien de alguien más...

Me asalta una duda: ¿En serio ella será feliz?

*Agradecimientos: Ángeles Mastretta, Rubén Bonet, Guillermo Fadanelli (como siempre) y demás involucrados en estas líneas...

10 sept 2009

Los inexistentes: Mesa, Muñoz Cano, Chimal

Mesa, Muñoz Cano, Chimal.


Es un hecho. A pocos gusta lo que escriben; escriben “la constatación de que no hay país” y que “ahora sólo existe la perspectiva personal, desunida, libre y en soledad”; escriben desde la rebeldía y la radicalidad; ven a México con desconfianza, cinismo y sarcasmo y han decidido publicar desde la periferia.
Son la Generación Inexistente porque los escritores que la integran están en el proceso de construcción de su obra: Varios han publicado en editoriales comerciales y algunos son reconocidos por autores mayores. Son una camada de nacidos entre 1970 y 1979, con más diferencias que coincidencias… Aquí tres puntos de vista:

MUÑOZ CANO: “ESCRIBIR AQUÍ Y AHORA”, ESO ES TODO

“Nosotros no tenemos que romper con una generación que nos antecede con todos los galardones; García Márquez, Vargas Llosa, Cabrera Infante, todos ellos nos resultan ahora lejanos, eso no quiere decir que la generaciones entre ellos y nosotros, la de los 50, 60 (González Dueñas, Daniel Sada, Palou, Fadanelli, Villoro, Zapata) nos sea ajena, al contrario, después de todo ellos son nuestros maestros”, explica Ricardo Muñoz Cano (Puebla, 1975).
El autor de “Dicen que el Diablo frecuenta soledades” afirma que no hay temas en común que los defina como generación: “¿Los temas? No hay unidad entre nosotros, no hay un gran tema nacional, es más puedo decir que en la generación de los 70 somos egoístas, estamos escribiendo para nosotros, renegamos, sin el mayor asomo de ofuscación, de aliarnos como generación porque, en la mayoría de los casos no tenemos una conciencia social fuerte, o sí, pero siempre resulta algo superficial…”.
“Tryno Maldonado, comentó una vez de lo que hacemos es una literatura despojada de ideologías y patriotismos impostados, pero que no pretende hacerse pasar por cosmopolita o universal y es verdad; hace rato escuché que mucho de lo que se está haciendo ahorita, de lo que se percibe de alguna manera, tiene que ver con esta suerte de crisis que está padeciendo el país: Crisis cultural, educativa, de perspectivas para el futuro; esto implica un estancamiento no sólo en la literatura si no en todo lo demás, y por ende, no se puede esperar más de nosotros: Escribir aquí y ahora, estamos en la etapa de cimentación como dice Mesa, no es momento de alzar la torre; escribir aquí y ahora, eso es todo”.

CHIMAL: “NOS ESFORZAMOS POR EXISTIR”


Para Alberto Chimal (Edomex, 1970) “los escritores nos estamos viendo en una circunstancia inédita: La pérdida total de esta especie de marco de referencia, zona de comodidad que había arropado a las generaciones anteriores; especie de visión institucionalizada de lo literario, de lo artístico: El cobijo del poder. Desaparece esta protección y hay este desconcierto… esta indecisión respecto a nuestro quehacer…”.
Quien actualmente está presentando “Los esclavos” menciona que le gusta esta situación de desamparo: “El escritor ya no es la figura intelectual, rancia, anquilosada de otro tiempo, pero no puede ser el producto industrial de un país desarrollado porque no estamos en un país desarrollado”.
Finalmente agrega que sobre su generación: “Nos esforzamos por existir; se podrá decir lo que sea de nuestro trabajo pero al menos un puñado de nosotros estamos haciendo cosas, por lo menos de mi generación; estoy seguro del trabajo de Yepez, de Ortuño, de Muñoz Cano, de Guadalupe Netell, de varios más; creo que se podrá decir lo que sea de nuestro trabajo pero no que estemos en la complacencia del conservadurismo, en la búsqueda de perpetuar los malos modos de las generaciones anteriores; me consta que no lo estamos; quién sabe si tengamos éxito o no, pero me consta que estamos en otra cosa…”.

JAIME MESA; UNA CARRERA DE RESISTENCIA

Jaime Mesa (Puebla, 1977), creador del término "Generación Inexistente" afirma que “como todas las generaciones, como todos los grupos como todas las carreras literarias, como todos los libros que se escriben, siempre hay una primera camada de cien, de setenta que conforme va pasando el tiempo pues lógicamente se van cayendo…”.
En este momento, los cinco autores más consistentes para él son Heriberto Yepez, Alberto Chimal, David Miclos, Antonio Ortuño y Guadalupe Netell; “se han plantado editorialmente con obras serias”, comenta el autor de Rabia, novela considerada por Reforma como una de las mejores novelas del 2008.
El resto, afirma, son autores de una novela: “En 2008 hubo como ocho primeras, yo no apostaría por un autor de primera novela no sabemos qué pueda pasar, las posibilidades de malograrse son infinitamente superiores a que vuelva a publicar…”.
Asimismo, afirma que casi es un lugar común pero escribir es un hecho muy difícil; “para que se logre un libro, se logre un novelista se debe enfrentar a 100 ó 300 problemas ni siquiera literarios sino también vitales; escribir requiere enfrentar uno o dos años de escritura en la que te puedes morir, perder el trabajo, desde perder el toque la inspiración, es un hecho muy natural que de la Generacion Inexistente en 20 años quedaran 3 o cuatro, un proceso de selección natural…”.

3 sept 2009

Ideas para una novela….



Confieso, -pensaba Rolando- que no he sido una buena persona, confieso además y no negaré la cruz de mi parroquia, que cuando se trata de mujeres este veneno llamado testosterona acelera los pulsos y nubla la mente; galería de imágenes de cuerpos desnudos que al amontonarse terminan siendo uno solo y siempre el mismo; pero desde que Marcia… por ella la vida entera pese a que al menos una vez al día ronda la idea de engañarla; soñar en dar besos que no he dado en esos los labios del pecado…. Pero a la vuelta de la esquina, si duermo sin ti contigo sueño…

Y pensaba yo: ¡Maldita sea estoy enamorado! A la chingada todo, así como que no quiere la cosa, me digo, ¿quién me mandó a convertirme en un adicto a ti? Alguien grita mi nombre en la calle y volteo, me descubro en el otro que me llama ¿quién es? No me importa porque cuando respondo escucho mi voz, y mi voz es la de ella y ella ya no es más uno de mis personajes, ella es la evolución de un sentimiento; ella es por tanto yo y yo, yo pura coincidencia…
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“…Y sin embargo,, cuando duermo sin ti contigo sueño y con todas si duermes a mi lado…” escuchaba Marcia, quien después de mucho tiempo estaba segurísima; no había necesidad de investigar, de cotejar versiones o de pedir explicaciones: Rolando la engañaba, y cómo no, si desde siempre supo que era un hijo de puta que a la primera provocación de una falda en movimiento éste se aprestaba para cazarla; de nada sirvieron los cambios de imagen y ceder antes su caprichos sexuales; aguantarle sus borracheras y o sus malos modos; para nada valieron el asentar la cabeza cuando él se ausentaba sin explicaciones y resignarse a masturbarse mentalmente con quién sabe cuantas cosas.

Así que sin más se decidió a actuar, y al final escribió una carta. Y la carta más o menos decía lo siguiente:
“Como siempre he sabido que eres un cabrón durante los últimos meses y para mi salud mental, he cogido con todos estos hombres:…” Y daba una lista de una decena de cuates con nombres y apellidos. Conocidos y no; “éste porque se parecía a ti”, “de éste no se porqué”, “éste porque tampoco le gustó Rabia, de Jaime” y al final dice algo como “Y en este momento me estoy acostando con éste sólo por despecho…”

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-Para tener referencias y armar los personajes:
Brenda Ríos, “Del amor y otras cosas que se gastan por el uso”
José Ingenieros, “El hombre mediocre”
Joaquín Sabina “Yo también sé jugarme la boca”

-Música de fondo,
Joaquín Sabina “Y sin embargo, te quiero..”
Joaquín Sabina “Yo también sé jugarme la boca”
Ricardo Arjona, “Sin ti... Sin Mi”,
Ricardo Arjona, “El Problerma”, sobre todo estos versitos:

El problema no es que duela,
el problema es que me gusta.

El problema no es el daño,
el problema son las huellas.

El problema no es lo que haces,
el problema es que lo olvido.

El problema no es que digas,
el problema es lo que callas.

24 ago 2009

Ficciones, esperanza…

Suele pasar. Cuando las ideas que deseo expresar me parecen sencillas, más trabajo me cuesta ponerlas en palabras. De todos modos lo intenté:

“Acapulco me regaló aquella noche una tormenta. Gotas de lluvia que con fuerza se dejaron sentir sobre mi cuerpo y en mi cara;
disimulando, enmascarando, disfrazando las lágrimas derramadas tras saberte ahora lejos; no, no es viernes pero sí, sí pienso en ti
y te extraño tanto…”.

En fin, que se pelea duro en estas cuestiones de hacerse comprender. Un lingüista dirá: “Lo que sucede es que realmente no tenías la idea”, al tiempo que un escritor me acusará: “lo que pasa es que no tenías las palabras”. Ambos tendrían razón a su modo, pero yo permanecí en la frontera de ambas opiniones y continué:

“Ya te sabía perdida ¿cuánto hace? Sólo yo llevo la cuenta pues tu sonrisa me indicó que para ti la vida había seguido… Y qué bueno porque no hay nada más patético que dejar ir la existencia entre las manos mientras llevas la resta del tiempo sin la persona que amas…”.

Eso sí, renuncié a mencionar el sentido común, no era posible siquiera hablar de su existencia (quien esté interesado puede volver a Castiglione o a Juan Bautista Vico). Y es que el sentido común languidece luego de conocer a un ser humano tan distinto mí que incluso las marcadas diferencias entre un elefante y una hormiga se antojan salvables…

“Imaginarme una vida sin ti no será (¿es?) una diversión inocente; se atizan los deseos entre lo que soy y lo que deseo, entre lo que me es dado y lo que anhelo…”.

Pero mis peores temores se hicieron realidad: La vida no está completa ya de por sí; carece de un orden, de un principio, de un fin, de una coherencia, por lo que vivimos entre todos los sueños lúcidos de las ficciones; queremos ser otros, entregándonos a los disfraces; juntos o separados emprendemos un viaje sin retorno a cualquier lugar ¡fugarnos! ¡Sí eso! Y embarcarnos (¡sí, pero por favor juntos!) en una proeza donde estaría involucrada la esperanza del retorno a la felicidad, aquella que se me esfumó esa noche…

“…Al final, la ficción me acompañará como Ángel de la Guarda…
Y si bien en este momento sólo puedo repetir frases de amor de otros, llenar espacios con sentimientos ajenos, ríos de tinta que no son los que yo navego, sábete que los días que pasamos juntos fueron
los más bonitos de los últimos años para mi…”.

¿Y después? No sé: Leer más libros de buenos escritores, tratar de hacer ejercicio, escribir más, alejarme de la televisión abierta cuya programación es un insulto a la buena convivencia, intentar pensar por mí mismo, comprender que no existen verdades definitivas y buscar ser generoso con los más débiles, porque nunca como ahora aquella frase de Juan Carlos Onetti: “...Y la vida es uno mismo, y uno mismo son los otros...”, finalmente ficciones, finalmente esperanza… Así que concluyo sin más: Jimena, hija, gracias por existir…

“…Te amo…”.




29 jul 2009

Priistas…

Ayer me vi levantándome a las siete de la madrugada. La noche fue muy larga; más, porque no había “pericos” con quien platicar.
A mi lado, la soledad como siempre se enredó entre las sábanas y su perfil dibujado debajo de ellas.. ¿cuántas veces ni el amor hemos hecho en noches como aquella en que quería mantenerme alerta aunque sangrara la nariz? Y despertó para susurrarme al oído que me quedara, que no me levantara, ¿qué necesidad? Pero un olor desagradable comenzó a pulular por la recámara inundando el ambiente. Me dio asco.

Me levanté para darme cuenta de que al fin salía agua de la llave. ¿Desde cuando los problemas de suministro? Desde hace varios meses, y planchaba mi camisa cuando de nuevo ese olor. Pensé, sería la camisa, así que saqué otra.

Del refrigerador, mantequilla, pan tostado, un vaso de leche pero a la chingada. Aquel mal olor emanaba de todos lados, así que me di prisa para salir a trabajar un día más; palpé los bolsillos para saber si falta algo ¡las llaves! Y tomé al vuelo las llaves de la mesa azotando la puerta…

Pensé, cuando sale el sol los olores se magnifican, ¿cuánto hace que hay problemas de recolección de basura?, y miré que en la colonia colocaron un contenedor que escurría líquidos hacia la calle.. ¿Sería eso el origen de mi malestar?

Y abordé el colectivo. El resto de los recuerdos se comprimieron con la velocidad del taxi: El día anterior y un desayuno frío; observaba los detalles de los comensales: La ropa, el calzado, ese olor, las manos, las uñas. La posición al caminar o sentarse, cómo sujetaban los cubiertos. Luego el café. Ese olor again… De las preguntas lo menos importante era la respuesta; la reacción ante ellas es lo primordial: Mirada de frente, derecha o a la izquierda; se sinceraban, mentían o recordaban. Olía muy mal… Las manos inquietas ¿sudaban? Y las palabras: Cuántas y cómo; ¡maldito olor! ¿Es que alguna vez los priistas se han percatado de que huelen a rancio? Vomité…

27 jul 2009

Mi estimado...

Acapulco, Guerrero, 27 de julio, 2009

Estimado Oscar:

Disculpa que sea hasta ahora que me comunique contigo, he estado enfermo desde hace varios días; las fiebres y los problemas estomacales no me dejan en paz; el problema de la espalda ni avanza ni retrocede, ya vez, achaques de la edad. Preocupante.
Recuerdo que hace algunos años eran los dolores de cabeza tras las borracheras lo que nos preocupaba: Eso, y las interminables tertulias; peleas intelectuales a muerte para defender o rechazar la maldita teoría sobre que en la vida se es feliz pero no libre, y a la inversa.
¿En qué terminaron los debates? Desconozco y sin embargo henos aquí, tú recién casado y yo, reponiéndome del asombro de esa semejante estupidez.
¡Caramba! ¿a dónde la idea del hombre rebelde? ¿A dónde el que dice no?¿A dónde el que da media vuelta? ¿A dónde el que marchaba bajo el látigo del amo y el que ahora le haría frente?
Tampoco te sientas tan importante; en estos días me han ocurrido cosas del mismo calibre: Un taxista me atosigo con “Amada amante” de Roberto Carlos; el vendedor de cocos me regañó: “No mame, le estoy diciendo que vendo cocos desde hace rato, yo no me regreso…”; mi chofer le regaló unas monedas a un chilango bailarín en un semáforo y comentó: ¡Qué cabrones son!, en lugar de aceptar que se lo pendejearon con tan poco; una amiga en común no termina de entender porqué le gustan los chalanes de los urbanos y una exnovia me contó que está a punto de renunciar porque su jefe es un misógino (Como si conmigo no se hubiera graduado).
Hace un par de semanas me dijo Guillermo Fadanelli que prefiere no tocar temas difíciles cuando sus amigos le presentan a sus novias nuevas. Esto, en aras de preservar la amistad. Yo pienso que entre los componentes que forman una amistad, puede mencionarse el agrado al compartir actividades, el entendimiento mutuo, la simpatía, la sinceridad y el interés y la preocupación por el otro. ¿Tú qué crees?
Luego entonces, ¿para qué chingaos me presentarían mis amigos a sus novias nuevas si ya me llevaba bien con las viejas?; además en el caso de nuestra amiga, ¿qué tengo en común con un chalán de urbano, con el chofer o un agente de Tránsito? ¿qué culpa tengo yo de que la pobre tenga una autoestima tan baja que sólo en esos tipejos encuentre satisfacción? La desesperación, como lo absurdo, juzga y desea todo en general y nada en particular. Pero en fin, que para ella, mis consideraciones (también mi lástima, ¿porqué no? No por ello dejaría de ser mi amiga).
Le he intentado decir a la exnovia que “la belleza no puede ser poseída, sino sólo contemplada desde el sufrimiento del ser finito”; la desigualdad humana no es un descubrimiento moderno. Hay hombres mentalmente inferiores al término medio de su raza, de su tiempo y de su clase social; también los hay superiores. Renunciar es darle la ventaja al otro (Insisto, como si conmigo no se hubiera graduado).
En fin, dice Murdoch de los seres humanos que somos animales movidos por la ansiedad de un ego que nos oculta parcialmente el mundo. Y una buena teoría hace que nuestros actos sean menos idiotas de lo que regularmente son.
En ese sentido, tú sabrás. ¿Te casaste? ¡Felicidades!, Después de todo tú escribiste que para amar hay que tener la terquedad de las olas que van a la playa… Sea pues.

Ricardo

P.D. Te pido de favor que olvidemos la idea de la puesta en escena de “Poetas al desnudo” allá en el Bar del Puerto; tú estás demasiado viejo y yo, yo no deseo depilarme el cuerpo todos los días.

13 jul 2009

“Ricardo Muñoz Cano”, por Ricardo Muñoz Cano

...La siguiente conversación (partes de) tuvo lugar a lo largo de dos tardes. Primero en Puebla, durante el día dedicado a la promoción de “Dicen que el diablo visita soledades” y luego, varias semanas después, en Acapulco, tras los resultados de los comicios intermedios en el país. Ahí, el motor de la charla fue el relanzamiento del blog que Muñoz Cano escribe día a día “nunca antes de las once de la mañana”, y que en sus primeros días tuvo decenas de visitas, convirtiendo a su autor en uno de los intelectuales más influyentes de la Luis D. Colosio.

-En una entrevista a Canal 22 usted terminaba diciendo que “los periodistas deberían darse cuenta de que hoy en día son prescindibles”. ¿Cree en serio esto?

-Creo que los periodistas no se han detenido a reflexionar sobre la pérdida de la hegemonía. Los periodistas han perdido la hegemonía en el debate social, ya no lo conducen. En todo caso, quienes conducen el debate social tienen una vaga relación con el periodismo, eso que se llama “comunicadores”, “líderes de opinión”. Y bueno, eso ya no se encuentra en los periódicos. ¿Dónde se cuece el conflicto, el debate, el pequeño o el grande, el local, de barrio, etc.? Fuera de los periódicos.

-Con la reaparición de su blog y con su reiterada negativa a considerarse periodista, ¿Se considera entonces usted líder de opinión?

-No, para nada. Un líder de opinión es alguien que sabe algo, o cree saberlo, y que considera que todos lo deben saber. Yo no.

-¿Entonces cuál es la idea de reaperturar su página en Internet?

-Realmente es un experimento. En él, como dice la misma página, publico cosas que en otros lados no aceptarían. Opiniones muy personales que sólo a través del la web salvan la censura. Recordemos que muchos periódicos fueron creados como negocios no rentables por movimientos políticos o dueños ricos que deseaban influir en el poder a través de la opinión pública.

-¿Es el fin del debate abierto dentro del periodismo escrito?

-En absoluto. El periodismo como tal es algo que no se puede reemplazar con algunos blogs y sitios de aficionados. Mi pagina, creo yo, está dirigida a gente común, con algo de cultura, gente que no sabe cómo está la pesca pero sí sabe qué dice el líder de los pescadores. No sabe qué pasa con el futbol mexicano pero sí lo que dicen los dueños de los equipos.

- Me puede explicar…

- No sabemos qué sucede pero estamos repletos de manifiestos de indignación sobre lo que sucede. Por otro lado, ya lo dijo Jesús Silva-Herzog Márquez: “La explosión de los espacios independientes ha enriquecido enormemente el espacio público. No se entiende la campaña de Obama sin la red; no se entiende la protesta iraní sin Twitter, no se entiende la campaña por la anulación del voto en el México de 2009 sin las redes sociales.

- En ese sentido, fue muy criticado por su posición respecto a que abiertamente apoyo el voto nulo…

- Leía en un diario que ese tipo de actitudes sólo hacían que el voto duro de los partidos se ejerciera sin ningún problema; que dejaba en manos de una minoría el poder de escoger a nuestros representantes; ¿ese casi seis por cierto de votos nulos no los necesitaría el PSD para mantener el registro? Si fuera un desperdicio ¿por qué tanta difusión a lo que dije? ¿cuál fue la preocupación de los partidos a los que vi por primera vez en la historia juntos en contra de gente que pensara como yo? La corriente pública contra una ley electoral injusta que reserva a los partidos políticos la exclusividad del registro de candidatos a puestos de elección popular, nació en las pasadas elecciones. Y no lo digo yo, lo dicen muchas personas como Zabludovsky. La desaparición de un partidito todo vilipendiado dio a qué pensar. Si bien los partidos grandes no perderán jamás su registro sí pensarán un poquito mejor a quien ponen de candidatos…

- Hay que suponer que un movimiento ciudadano de este tipo debe continuar, ¿Seguirá usted opinando sobre el tema en su blog?

-Hablaré de lo que me plazca solamente, para eso es mi blog.

- Muchas gracias.

- No gracias a usted y buenas tardes…



(Creditos: Gideon Lichfield, Jesús Silva-Herzog Márquez, Jacobo Zabludovsky)

10 jul 2009

¿Porqué los muertos corren rápido?

-Está raro…
-¿Perdón?- le respondí a Mr. Thomas, con quien el jueves por la mañana terminaba de tomarme un café en el Samborns de Calinda… -El asunto ese de la maestra…Está raro, me decía en su español mocho.
-¿Ah si?, con indiferencia, le contesté, pero insistente me preguntó si sabría algo de más pues sabe trabajo en un periódico. Que si los estudios antropológicos, que si el ADN, que si hubo otras peritajes o que quién identificó el cadáver… Porque ahora sí hubo celeridad en el caso…
Yo la verdad no supe ni qué responder, pues si bien si trabajo en uno no suelo enterarme de muchas cosas si no hasta que se publican pero en un momento dado Mr. Thomas estaba ya arrebatándome precisamente la primera plana del periódico donde se publicaba la cronología del caso en cuestión.
-A según esto, la profesora desapareció a mediados de junio verdad, y su supuesto cuerpo fue hallado casi quince días después, pero lo que no me gusta es que los restos estaban demasiado descompuestos, demasiado viejos… como que fue muy conveniente que aparecieran y se identificaran tan rápido…
-¿Qué es lo que provoca en sí la descomposición? pregunté, y Mr. Thomas enunció rápidamente:
“Hay en nuestro cuerpo microorganismos y encimas que se hallan presentes de forma natural en nuestro organismo. Nuestros intestinos, por ejemplo, están plagados por de bacterias (la conocida 'flora intestinal') que ascienden a millones, Estas bacterias no mueren con el organismo sino más bien al contrario: Empiezan a actuar sobre las células del cuerpo fallecido, en este caso, del intestino. Un tipo muy específico de bacterias, la clostridia y los llamados coliformes, empiezan además a invadir células del resto de órganos.
Al mismo tiempo, las encimas presentes en nuestro cuerpo (proteínas con acciones específicas que controlan nuestro metabolismo), actúan sobre las células descomponiéndolas. El páncreas, por ejemplo, está repleto de encimas digestivas las cuales empiezan a actuar, de modo que el páncreas se 'come' a sí mismo. La propia descomposición de las células además libera compuestos químicos que contribuyen así mismo a la descomposición.”
Ya interesado yo con el asunto y con ánimo de seguir la conversación decidimos entonces checar otra foto que se encontraba dentro del mismo diario, una donde se aprecia la cabeza y sí, efectivamente se veía muy, muy, muy…
-Mira, este cuerpo no puede ser el de la maestra; las condiciones medioambientales intervienen en la descomposición del cuerpo, éstas determinan principalmente cuán rápidamente ocurrirá el proceso. Por ejemplo, para cuando un cuerpo es enterrado en el funeral o incinerado, el proceso de descomposición ya ha dado inicio, pero su rapidez va a venir determinado por las condiciones medioambientales. Por ejemplo, un cuerpo se descompone casi dos veces más rápido en el aire que cuando el cuerpo está en el agua, y la descomposición en contacto con el aire es a su vez unas 4 veces más rápida que cuando el cuerpo está bajo tierra, estando mejor preservados los cuerpos cuanto más profundamente bajo tierra sean enterrados, con tal de que el terreno no reciba agua.”
Miré las fotos, analicé la cronología: 12 de junio desaparece la maestra María Efrén Morales; 26 de junio encuentran los restos semienterrados unos perros en la colonia Lomas de la Autopista…
-¡14 días! ¿tu crees que el estado en el que se encuentra el cadáver es propio de la descomposición en 14 días?
Y recordé detalles que se rumoraron por ahí: Que el cadáver tenía otra ropa distinta a la reportada el día de su desaparición; que tenía una cicatriz propia de una cesárea… Rumores que salieron de los pasillos de las comandancias policiacas y repetidos bajita la mano entre reporteros de la fuente...
-Muy conveniente que luego de sendas protestas por esclarecer su paradero, las autoridades en una vuelta de tuerca hayan resuelto el caso…- murmuró Mr. Thomas al tiempo que sorbía de su café… Además, ¿no van a investigar qué es lo que le pasó? El cadáver no llegó ahí solíto y falta que esclarezcan...
Sonó el celular, la charla se interrumpió puesto que la mesera se acercaba con un ademán de Mr. Thomas para pedir la cuenta…
-Sabrás Ricardo, que en este país se pueden hacer tantas cosas que..
-Sí, lo sé Mr. Thomas -mientras le sonreía maliciosamente- No sería descabellado pensar que este asunto se cerró para beneplácito de la opinión pública y que se manipule la realidad…
-El que este muerto fuera despachado rapidito deja mucho qué pensar… ¿Me toca pagar la cuenta verdad?...


Créditos: Novedades On line y Louis –Vincent Thomas, tanatólogo. El título “Porqué los Muertos Corren Rápido” es de la columna del diario Intolerancia de Puebla, de Alfonso Ponce de León. (Ya empiezo a delirar de día y sobrio...).

8 jul 2009

Chales, regresó el PRI...




Tras un café, dos aspirinas, una grapa y mucho, pero mucho esfuerzo, esto es lo que pude rescatar en mi mente luego del domingo 5 de julio, pasadas las elecciones…



-Guillermo: “¿Qué sentido tienen las democracias actuales si están formadas por hombres menospreciados, deprimidos, incapaces de establecer diferencias entre las toneladas de información que los medios de comunicación lanzan a sus rostros?”

-Ricardo: “Los medios de comunicación tienen intereses políticos, económicos, comerciales, y forman parte de un sistema: No son independientes, ni neutrales, ni objetivos. Mucho menos profesionales. Cuando hay que ocultar algo, se oculta, cuando hay que contar una mentira, se cuenta, cuando hay que retorcer la realidad, se retuerce… como hacen los partidos políticos, como hacen los sindicatos, como hacen las organizaciones del más diverso tipo…”

-Santiago: “Así es nuestra vida, monotonía de chisme, ¡monotonía de chisme!, ¡qué cansado! ¡qué cansado! Chisme de vecindad y pleitos de borrachos que no escuchan…”.

-Ricardo: “¡Viva el PRI que está de regreso y nos salvará de la depresión!”

- Guillermo: “Los deprimidos necesitan libros donde se les indique cómo vestirse mejor o cómo hacer un buen papel en la cama. Después de entregarse a comidas indigestas tres veces al día necesitan un libro que les ofrezca consejos para bajar de peso. Después de ver televisión cinco o seis horas diarias tienen urgencia de un libro donde se les aconseje sobre cómo construir una familia sólida. En vista de que carece de imaginación el deprimido requiere que sean otros los que resuelvan sus propios problemas.”

-Ricardo: “¡El PRI!”

-Desconocido: ¿En serio, el PRI? ¿Es que así es nuestra vida, anecdótica sin contenido, referencia, sin información, sin memoria? ¡Oh, cuán priista es el país!

-Ricardo: “Pero me refiero al PRI mental, ese en el que lo revolucionario (lo que provoca transformación) se volvió sinónimo de lo institucional (lo que impide la transformación).”

-Desconocido: ¡Verga!

-Ricardo: “El Partido Revolucionario Institucional se mantuvo en el poder porque, efectivamente, representó un nivel de conciencia del pseudo-individuo promedio en el país. Un individuo caracterizado porque en el nivel consciente reconoce qué sucede en la realidad —la pobreza, la corrupción, la falta de ética, la violación a las garantías individuales, el matriarcado, el patriarcado, el fraude electoral, el vergonzoso espectáculo televisivo, etcétera— pero carece de las fuerzas —cualitativas o cuantitativas— para salir de ese estado de empobrecimiento de la existencia”.

-Santiago: “Nos mandan a chingar nuestra madre pero a la postre la hemos chingado… ¡Viva México hijos de la chingada!…”

-Guillermo: “Tiranos, predicadores, líderes, ninguno de estos personajes titubea para subir al estrado y ofendernos con sus palabras. Tal vez desean salvarnos porque ellos están hundidos en la inmoralidad, o porque bajo el estrado balan miles de ovejas deseosas de ser conducidas por el sendero del bien…”.

-Desconocido: “¿Pero no habrá habido fraude?

-Ricardo: “Por supuesto que sí, ante nosotros mismos, de ahí la influencia del PRI, mito tranquilizador que nos permite olvidar nuestra terrible soledad y responsabilidad ante nosotros mismos…Papá gobierno...”


…Después ya no recuerdo nada; a lo mejor sí, pero cabe la posibilidad que la imaginación se haya ocupado de rellenar los huecos…



Agradecimientos: Guillermo Fadanelli, Santiago Ramírez, Desconocido (ya me acordaré de él), Heriberto Yépez, Joaquín Sabina, Linkin Park, Gustavo Cerati, Cervecería Sol y mi dealer, que de no ser por él no tendría los viajes que tengo en ese sitio lleno de libros que llamo cueva…