10 jun 2011

Lecturas tristes I

Estoy triste. Me hubiera gustado empezar con algo así como: “Jesús lo dijo muy bien: Hago turismo hipocondríaco. Llegando a Puebla, y luego de casi 24 horas me quitaron la sonda del brazo. Las recomendaciones de siempre: cuide usted sus riñones y…”, pero mis males han pasado a segundo término.
He leído con tristeza dos cosas. La primera, sobre la desaparición forzada de un periodista: Toño López. A priori, parece un asunto del crimen organizado. Aquí a la distancia esperaba una reacción más efectiva de sus colegas. No la hubo. La mayoría, a la hora en que escribí esto, se encontraba bebiendo en el Bar del Puerto, en el Litri, o alguna otra cantina. Los más fresas, en algún café. Todos, platicando sobre si lo conocen o no. Todos, ignorando que cualquiera es susceptible al mismo evento.
La segunda cosa: Un tal Charlie Punketo escribió: Mi deseo para… Felipe Calderón Hinojosa, es que él, sus hijos, su esposa y todos sus familiares tengan una muerte violenta y terrible, como la que ha procurado a cientos de víctimas inocentes en su pinche guerra loca e idiota, que ha trastornado no sólo nuestras vidas, ahora hasta nuestros sueños.
En ambos casos, las actitudes no me sorprenden pero sí me entristecen.
Toño López fue mi compañero de trabajo por muchos años; realizamos algunos reportajes juntos y compartimos experiencias que a la fecha me han servido para esto que hago ahora. Saber que está desaparecido me hace sentir culpable. Adelante lo explicaré.
Al tal Charlie no lo conozco, pero es seguro que sus ideas están basadas en sus experiencias con su dealer o en pláticas de borrachos. A lo más, en la imagen de algún muertito por ahí. Eso sí, lo he visto. Su pinta dice: Soy distinto, pero su mente se empeña en lo contrario. Es igual a todos nosotros. Por ello también debería sentirse culpable.
Mucha gente se pregunta si va a parar este desmadre. La respuesta es: no. No por que Calderón no controla el consumo. Mientras Charlie y yo no dejemos de fumar mariguana o meternos un polvo a la nariz siempre habrá alguien que venda. Así de sencillo. Mientras los presuntos colegas de Toño se queden escondidos detrás de su cerveza o su café, siempre habrá impunidad.
Y me entristece.
Y me gustaría terminar diciendo que “ahora que voy al baño me asusta lo que vaya a pasar con mis riñones…”, pero me asusta más que gente como Pardo, Verdín, Trigo y damas que los acompañan, y que se dicen periodistas, sean más unidos cuando se trata de beber, drogarse o pedir “chayo”; me asusta que las televisoras y radio locales, Charlie y hasta el mismo Javier Sicilia, piensen que Calderón le apunta con una pistola a la gente para que se drogue, y me asusta aún mas que sean escuchados y aplaudidos; me asusta, que aunque he prometido no hacerlo, vuelva a consumir y sea culpable, tan culpable como los ya nombrados, de lo que le pase a Toño y mucha gente más.

OJO: Tú que me lees, es un hecho que sabes de alguien (o tú mismo) que se droga. Sabes, donde están las tienditas. Sabes, quiénes se dedican al narco. Luego entonces, tú también eres culpable. La ignorancia y el miedo no te eximen… 

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La situación es triste pero mientras sigamos mirando el piso no encontraremos nada.

Renata Sánchez

Anónimo dijo...

Si dejáramos de consumir drogas, otra cosa seria... :)
Bendiciones para encontrar a su amigo...

Chris

Anónimo dijo...

BUENISIMA ESA LECTURA TRISTE.. ES LAMENTABLE TODO ESTO

ANGIE

Anónimo dijo...

yo si conozco a charlie... y tienes razón, el problema el gran problema es el miedo que sentimos como sociedad a expresarnos, a denunciar y enfrentar no con armas a los de la delincuencia organizada que se han adueñado no solo del área alrededor de donde se vende la droga, sino de las calles, plazas y demás lugares públicos que antes eran de todos

Mariana

Anónimo dijo...

Muy cierto lo que dices y bueno yo al igual q tu trabaje con él para mi es una persona que le gusta su trabajo y se ha destacado y de alquien en quien aprender, que mal que esto le haya sucedido, espero que pronto regrese con su familia, había algunas cosas que no me gustaban pero no por eso voy desearle q le eésto que le pasó se lo merezca como lo eh leido en otros espacios, por que Dios castiga la boca, sólo le envío oraciones para que esté bien

Xoch