26 abr 2010

Cortazar, el box y un cuento…

1.

Acudí a la función de box el pasado sábado; noche de golpes, de cerveza, de mentadas de madre; miradas tristes por la derrota y sonrisas de triunfo a medias tras los daños causados; sangre, ojos hinchados o un par de costillas rotas. Ahí recordé que la pasión de Cortazar por el boxeo, no era otra cosa que una pretensión por encontrar en ese deporte la estética más que la violencia; el hombre resuelve su existencia con sus propias y patéticas cualidades, "allá arriba en el ring no hay nadie que pueda salvarlo, ayudarlo o rescatarlo; su vida depende de sus recursos, de sus ganchos, de sus yabs y de sus opercots."

2.
Aplicando la terminología del boxeo, Cortázar dijo que la novela gana por puntos y el cuento por knock-out, e insistió hasta el cansancio en la necesidad de condensación y en que no hay temas importantes y temas insignificantes: Cualquier tema, aun el más trivial, puede volverse significativo gracias a un buen tratamiento literario. Ejemplo de ello es el cuento Continuidad de los parques, en el que un hombre está leyendo una novela que narra cómo conspiran una mujer y su amante para matar al marido, que resulta ser el mismísimo señor que lee la novela.

3.
En una carta al también cuentista Juan José Arreola, Cortazar advierte que uno de los problemas más temibles de los cuentos es que los lectores tienden a leerlos con la misma velocidad con que devoran los capítulos de una novela.
“¿No deberíamos fundar una escuela para educación de lectores de cuentos?”, pregunta al mexicano para luego agregar: “El cuento está desprestigiado por los cuentos… Lo que en realidad estropea a estos últimos es siempre la falta de concentración, de ataque”.

4.
Yo escribo cuento, y me jacto de hacerlo más o menos bien; creo en esta presentación de mi propia manera de entender el mundo; pienso, que como el fotógrafo, me veo precisado a escoger y limitar una imagen o un suceso que sean significativos, que no solamente valgan por sí mismos, sino que sean capaces de actuar en el espectador o en el lector como una especie de apertura, de fermento que proyecta la inteligencia y la sensibilidad hacia algo que va mucha más allá de la anécdota visual o literaria contenida en la foto o en el cuento.

5.
Dice Cortazar: “El buen cuentista es un boxeador muy astuto, y muchos de sus golpes iniciales pueden parecer poco eficaces cuando, en realidad, están minando ya las resistencias más sólidas del adversario… El cuentista sabe que no puede proceder acumulativamente, que no tiene por aliado al tiempo; su único recurso es trabajar en profundidad, verticalmente, sea hacia arriba o hacia abajo del espacio literario”.

6.
Un cuento es significativo cuando quiebra sus propios límites con esa explosión de energía espiritual que ilumina bruscamente algo que va mucho más allá de la pequeña y a veces miserable anécdota que cuenta y bueno, como ya me extendí y como casi no dije mucho sobre la función del sábado, pues hay les va el cuento…

“Y aquel hombre agarró la botella y preguntó: ¿Plegarias atendidas o una cerveza de nombre Derrota? Después, sólo bebió…”.





4 comentarios:

Vanessa Hernández dijo...

Tenía que salir cuentero, digo, cuentista!
me gusta su sombrero!
muchos saludos y bienvenido de vuelta :D

Anónimo dijo...

hola compañero , donde anda causando inquietud en otros corazones con sus escritos prohibidos oie mandame un texto para el Chaneke mi suplemento
si kieres y despues nos arreglamos porfa se te estima un abrzo

CARRASCO

Anónimo dijo...

Fue una experiencia nueva ir a ver como dos hombres en calzones se golpeaban, jajajjja. No cabe duda que tu como escritor ves el mundo desde otra prespectiva.

Saludos y besos
Dalila

Anónimo dijo...

Sr. y cuando el tercer libro? ya urge uno de cuentos!!!!

Saludos

Chris