Tras un café, dos aspirinas, una grapa y mucho, pero mucho esfuerzo, esto es lo que pude rescatar en mi mente luego del domingo 5 de julio, pasadas las elecciones…
-Guillermo: “¿Qué sentido tienen las democracias actuales si están formadas por hombres menospreciados, deprimidos, incapaces de establecer diferencias entre las toneladas de información que los medios de comunicación lanzan a sus rostros?”
-Ricardo: “Los medios de comunicación tienen intereses políticos, económicos, comerciales, y forman parte de un sistema: No son independientes, ni neutrales, ni objetivos. Mucho menos profesionales. Cuando hay que ocultar algo, se oculta, cuando hay que contar una mentira, se cuenta, cuando hay que retorcer la realidad, se retuerce… como hacen los partidos políticos, como hacen los sindicatos, como hacen las organizaciones del más diverso tipo…”
-Santiago: “Así es nuestra vida, monotonía de chisme, ¡monotonía de chisme!, ¡qué cansado! ¡qué cansado! Chisme de vecindad y pleitos de borrachos que no escuchan…”.
-Ricardo: “¡Viva el PRI que está de regreso y nos salvará de la depresión!”
- Guillermo: “Los deprimidos necesitan libros donde se les indique cómo vestirse mejor o cómo hacer un buen papel en la cama. Después de entregarse a comidas indigestas tres veces al día necesitan un libro que les ofrezca consejos para bajar de peso. Después de ver televisión cinco o seis horas diarias tienen urgencia de un libro donde se les aconseje sobre cómo construir una familia sólida. En vista de que carece de imaginación el deprimido requiere que sean otros los que resuelvan sus propios problemas.”
-Ricardo: “¡El PRI!”
-Desconocido: ¿En serio, el PRI? ¿Es que así es nuestra vida, anecdótica sin contenido, referencia, sin información, sin memoria? ¡Oh, cuán priista es el país!
-Ricardo: “Pero me refiero al PRI mental, ese en el que lo revolucionario (lo que provoca transformación) se volvió sinónimo de lo institucional (lo que impide la transformación).”
-Desconocido: ¡Verga!
-Ricardo: “El Partido Revolucionario Institucional se mantuvo en el poder porque, efectivamente, representó un nivel de conciencia del pseudo-individuo promedio en el país. Un individuo caracterizado porque en el nivel consciente reconoce qué sucede en la realidad —la pobreza, la corrupción, la falta de ética, la violación a las garantías individuales, el matriarcado, el patriarcado, el fraude electoral, el vergonzoso espectáculo televisivo, etcétera— pero carece de las fuerzas —cualitativas o cuantitativas— para salir de ese estado de empobrecimiento de la existencia”.
-Santiago: “Nos mandan a chingar nuestra madre pero a la postre la hemos chingado… ¡Viva México hijos de la chingada!…”
-Guillermo: “Tiranos, predicadores, líderes, ninguno de estos personajes titubea para subir al estrado y ofendernos con sus palabras. Tal vez desean salvarnos porque ellos están hundidos en la inmoralidad, o porque bajo el estrado balan miles de ovejas deseosas de ser conducidas por el sendero del bien…”.
-Desconocido: “¿Pero no habrá habido fraude?
-Ricardo: “Por supuesto que sí, ante nosotros mismos, de ahí la influencia del PRI, mito tranquilizador que nos permite olvidar nuestra terrible soledad y responsabilidad ante nosotros mismos…Papá gobierno...”
…Después ya no recuerdo nada; a lo mejor sí, pero cabe la posibilidad que la imaginación se haya ocupado de rellenar los huecos…
Agradecimientos: Guillermo Fadanelli, Santiago Ramírez, Desconocido (ya me acordaré de él), Heriberto Yépez, Joaquín Sabina, Linkin Park, Gustavo Cerati, Cervecería Sol y mi dealer, que de no ser por él no tendría los viajes que tengo en ese sitio lleno de libros que llamo cueva…
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